EDITORIAL

En Las Tribunas

POLOS OPUESTOS

José Manuel García

Los Venados de Mazatlán tienen en Estados Unidos a dos prospectos mazatlecos que viven diferentes momentos.
Uno es el jardinero Rogelio Noris (Piratas de Pittsburgh) y el receptor Guillermo Navarro (Gigantes de San Francisco).
Noris destaca y se abre paso en Clase A baja, mientras que Navarro batalla demasiado en la Liga Rookie.
Ambos ya probaron suerte con los Venados. Noris estuvo muy bien y Navarro apenas recibió unos turnos.
De Noris se tienen muchas expectativas, ha demostrado su poder. En 30 juegos con West Virginio ha dado cinco jonrones y lleva 17 remolcadas.
Ha sido clave en su club.
Navarro, en 18 juegos ha tomado 47 turnos, ha dado nueve hits y lleva nueve remolcadas. Su promedio está en .191, algo que debe preocuparle.
Y me extraña que Navarro esté tan bajo en el bateo. Me consta que es uno de los muchachos más disciplinados, que trabajó muy duro antes de irse a Estados Unidos.
Yo lo vi, entrené en el mismo espacio que él. Su papá, Adolfo Navarro Lugo, le ponía unas buenas “friegas”. Y el júnior, no se rajaba.
Mazatlán no tiene gente joven con experiencia para cubrir un posible retiro de Miguel Ojeda o una lesión de Héctor Páez.
Tienen a Navarro, Eliézer Ortiz y a la primera firma, Eduardo Arroyo.
Pero ninguno tiene, ahorita, las tablas para llevar por buen camino al mejor pitcheo de la liga.
Me daría mucho gusto que Navarro diera el estirón. Tiene gran defensa, pero siempre se le ha criticado su bateo.
Veremos si puede quedar dentro del equipo ahora que viene el draft de peloteros de la Liga Mexicana del Pacífico. Ojalá se quede y despunte. Se lo merece.
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