EDITORIAL

En Las Tribunas

José Manuel García

Quién lo viera

El mexicano Francisco Rodríguez ya logró lo que muchos no han conseguido en su carrera: llegar a las Grandes Ligas y tirarle con efectividad a los Yanquis de Nueva York.
El derecho fue ascendido por los Angelinos de Anaheim y rápidamente le dieron la oportunidad de demostrar que tiene clase.
Y digo que ya hizo lo que muchos estelares del beisbol mexicano no han logrado como por ejemplo Francisco Campos, Pablo Ortega, por mencionar a algunos.
Campos y Ortega son infinitamente superiores en números en México que el nuevo ligamayorista, pero ninguno de los dos podrá decir que tiró en las Grandes Ligas.
Rodríguez es un lanzador con muchas facultades, pero siempre he dicho que algo pasa en su cabeza, porque por lo regular falla en sus relevos con Cañeros de Los Mochis y al final de la temporada pasada, con Águilas de Mexicali.
Tiene una recta durísima, su actitud es brava arriba de la loma de los disparos, pero algo le falta, en México aclaro, que no ha dado el estirón.
Pero eso no le importó a Anaheim. Le dieron la bola y sacó una entrada en orden ante los Yanquis.
Debutó ante Derek Meter y lo dominó con rola a tercera. Siguió Nick Swisher y elevó al centro. Puso la cereza en el pastel con un sonoro chocolate ante Mark Texeira.
Mejor relevo no pudo haber tenido y esperemos que pueda seguir en ese nivel.
Lo ascendieron porque se lesionó el cerrador Brian Fuentes, pero si tira como lo hizo ante los Yanquis, Mike Scioscia lo dejará.
Un colega, que sigue de cerca las Grandes Ligas, dice que le da la impresión de que Rodríguez es uno de los peloteros que viene a hacerse tonto a la Liga Mexicana del Pacífico.
Esperemos que haya no se haga tonto y que pueda poner en alto el nombre del beisbol mexicano.